Cuando Lewa despertó y vio las nubes en el cielo, no pudo controlar las lágrimas; ya no recordaba cuándo fue la última vez que llovió sobre el poblado.
Decidió llamar a su hija, nacida hacía dos horas, Musoke ("Arcoiris"), porque era como un sol que había traído la alegría y las nubes.
PD: historia inventada después de sacar dos palabras de mi frasco de palabras: alegría y nube. :-)
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